la muerte vino
querida
feliz claridad temprana
entre
la oscuridad de Sevilla
y
las tinieblas de Triana.
Fernando Blanco Inglés, “Alrededor del sol”
Fernando Blanco Inglés, “Alrededor del sol”
Se mezclan los caos. Se funden los desórdenes. Se embrollan arbitrariamente los opuestos. las líneas que unen el mundo consigo mismo están sobrecargadas. Calientes de más. A punto de estallar. La centralita del universo echa humo, forma nubes que profetizan en las tersas página del cielo inminente conflagración.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q 2"
En verdad que no era mal tipo. Habló de darle de beber al sediento y dio ejemplo transformando el agua en vino. El milagro sin duda más vistoso y ejemplar de la historia. Nada más que por esas dos cosas merecía pasar con un dios verdadero a la historia.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Fernando Blanco Inglés, "Rumbo a la deriva"
Estamos tan ocupados con lo necesario que olvidamos lo imprescindible.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Cierra los ojos y el mundo entero comparecerá ante tu vista.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
El vacío desaparece en su plenitud y reaparece en su ausencia.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
El no ser es esa luna llena que sonríe a los ciegos desde el cielo oscuro de los interlunios.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Nada más eterno que la inaprensible fugacidad de un miserable momento.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Las nubes pasan, los ríos fluyen, los temores se disipan, los dolores se desvaneces, las heridas cicatrizan, el fin crece...
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en NO".
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en NO"
Después de todo, no hay nada como la nada para explicarlo todo.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Las palabras ladran y los silencios muerden.
Fernando Blanco Inglés, "Al kamar do Marrakech"
Administran las existencias, codifican la vida, inventan los pensamientos, establecen los lenguajes, imponen los sentimientos, rigen las conductas, adiestran los cuerpos, se cagan todos los días desde lo alto de nuestras almas.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Renuncia, amigo, a buscar y no has de tardar en dar contigo.
Fernando Blanco Inglés, "Al kamar do Marrakech"
El tiempo es una ola en el mar sin agua de la eternidad.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Viajar
no vivir en ningún sitio
para llegar a quererte
en todo lugar.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Vagar
como una gota perdida
por un mar a la deriva.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Fernando Blanco Inglés, "Asalto al Hermitage"
No es dolor. ni una exótica modalidad de afectado sufrimiento, ni una nimia percepción subjetiva con malsana tendencia a constituirse en abstracta categoría, ni una excéntrica compensación impuesta desde lo más oscuro como pago por efímero placer sentido y olvidado; no, no es dolor, nada que ver con ello, es angustia constante veneno en la sangre, puñal clavado en la yema del alma y una descontrolada bala de plutonio enloquecido circulando sin interrupción por las arterias que conectan con la pasión.
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en NO"
Maradona (2020)
Pensar torear
en el coso del corazón
un salvaje toro mental.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Un instante es una maravillosa estatua de hielo en un horno de cremación.
Fernando Blanco Inglés, "Al kamar do Marrakech"
La noche no tuvo fin
el día que se conocieron
Chochito de azafrán y
Huevos de Colibrí.
Fernando Blanco Inglés, “Cien cuentos chinos”
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en No"
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
No hay nada que le procure más regocijo a un necio que la escandalosa exhibición de su propia necedad.
Fernando Blanco Inglés, "Agenda Belmonte"
En el Olimpo de las entelequias, habita una sagrada trinidad constituida por la neutralidad, la objetividad y la imparcialidad.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Componer
alojar en la mente
orquestas de magia
en permanente
estado de gracia.
Fernando Blanco Inglés "Alrededor del sol".
Mi plegaria es el silencio y mi templo la oscuridad.
Fernando Blanco Inglés, "Al kamar do Marrakech"
Estamos tan ocupados con lo necesario que olvidamos lo imprescindible.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? Tú, ahora, donde quiera que estés.
Fernando Blanco Inglés, "AL KAMAR DO MARRAKECH"
Presentir
sin verte llegar
sentirte venir.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol".
El Juicio Final comenzó justo antes de empezar.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
El juicio final, Jan Van Eyck, Met Museum.
https://www.metmuseum.org/es/art/collection/search/436282
¡Oh, jóvenes, jugad! El final de la partida está l caer. ¡Oh, hermosuras, bailad! La afilada hacha del fin se cierne amenazante sobre las cuerdas vibrantes de nuestras almas. ¡Oh, voces, gritad! Los días han sido contados y el índice de dios pulsa ya el interruptor que apaga las bombillas de la escena.
Fernando Blanco Inglés, "La Cuestión Q, 2"
Encender
luna llena
en la tarde de lo que arde
la noche de lo que quema.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Morir
la delicada semilla del vacío
germina
ausencias de rocío
por las esquinas de tu jardín.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol".
Vistas desde las tumbas del fondo, las estrellas son medusas flotando en el mar que cubre el mundo.
Bailan los cuerpos alrededor de la hoguera en la que arden todas las caras y cada uno de los nombres.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Estos depredadores sociales se caracterizan entre otras cosas por opinar con soberana estulticia y falta de pudor de aquello ante lo que los mismos dioses prefieren mantenerse en silencio. ¿En qué predios intangibles se atreven a escarbar sus sucias pezuñas? ¿Entre los bordes de que copa agrada introducen sus bacantes hocicos? ¿Por qué lo saben todo desde antes de ignorarlo? La respuesta es sencilla: son seres imbuidos por la religiosa convicción de ser los únicos capacitados para tener siempre razón. Harapientamente instruidos por una mezcla delirante de series beatas de televisión, ensayos de marketing que consideran exclusivamente la revolución como reducto ideal con el que estafar a ingenuos, catecismos decimonónicos y libros de autoayuda populista intercalamos por esos leves toques marxistas de los que hace gala el que ha oído campanas y no sabe dónde, pero que, al fin y a la postre, generosamente regados con los generosos cheques del narcotráfico internacional, en un país semianalfabeto y hasta los huevos de corrupción política, podría serles más que suficiente para articular una horda e incluso tener éxito.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q,2"
De la cárcel del tiempo
en el instante inesperado
se evadió un momento.
Fernando Blanco Inglés, "Asalto al Hermitage"
Debería haber un momento en la vida de un hombre en el que le fuera permitido descansar sin más y ninguna institución ni empresa le atosigara con nuevas facturas, nuevos recibos, nuevas multas, nuevos contratos, más declaraciones de la renta, más licencias matrimoniales, más libros de familia, más partidas de nacimiento, más sellados del paro, más autenticaciones de vida, más notificaciones bancarias, más inspecciones técnicas del vehículo, más absurdas renovaciones del carnet de identidad, pasaporte, carnet de concudir... demasiado papel, demasiadas letras, demasiadas injerencias, demasiado control, demasiadas angustias, demasiado Estado, demasiado Todo.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q,2"
El Estado es un pésimo novelista. Aunque capaz de producir, a través de su avasallan maquinaria ideológica, subjetividades en masa, egos a granel, personalidades para dar y repartir, todos los personajes le salen idénticamente distintos, igualmente diferentes, similarmente desiguales, partícipes de una mucilaginosa forma común de penar, cuyo sustrato. nuclear reside en el hecho de creer que toda idea es la pura expresión de un pensamiento individual y soberano.
Como consecuencia de ello, todos sus personajes, por más que disientan entre si, mantienen en el fondo, bajo la apariencia de lenguajes distintos, un mismo discurso fabricado para favorecer de modo inconsistente, la perpetuación en el poder de quien les creó. Y la novel por él escrita, de tan mala, reiterativa y aburrida, aunque sea un éxito público, no hay dios que se la lea.
Puestos a ser un texto, amigos, mejor salir del sitio que nos han designado y buscar cualquier otro lugar. Y desde allí escribirnos lo que nos dejen y podamos hasta que el tiempo que todo lo iguala borre con gélida indiferencia las huellas.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
ROBERT WALSER: Algo absurdo, si, pero un absurdo que tiene una boca preciosa y sonríe.
Te fuiste de mi
triste dolor
al alba
sin un solo beso
revolver
en la sien dormida del alma
soñando balas de plata
en la tap de los sesos.
Fernando Blanco Inglés, "Escalera de color"
Encender
la dictadura del fuego
en la república de la piel.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol".
Sentir
en le mar de la piel
las olas ir y volver.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Le han pasado la garlopa por el cerebro dejándoselo sin yo... le han extirpado las raíces podridas del ego... un vacío terrible... le han dejado indefenso con la mente hueca, al albur de lo que quiera instalarse en ella... cualquier cosa, cualquier superstición, cualquier dios, puede ocupar su lugar... en tales condiciones, temerse lo peor, lejos de suponer pesimismo, es lo menos que podemos hacer...
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
¿Cómo respirar cuando cada inhalación es un navajazo de hielo y cada exhalación un vómito de sangre?
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Los dioses, que supieron apagar volcanes en estado salvaje de erupción mediante certeros escupitajos, que fueron capaces de encender exuberantes hogueras en los remotos abismos del mar friccionando algas y coral, que levantaron de sus tumbas con un solo gesto a todos los muertos, se mostraron radicalmente impotentes a la hora de intentar hacer variar un músculo ápice el curso inflexible de los acontecimientos.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q,2"
...se parte otro trozo de mi alma..
Si cierro mis ojos, veo los tuyos.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q,2"
Administran las existencias, codifican la vida, inventan los pensamientos, establecen los lenguajes, imponen los sentimientos, rigen las conductas, adiestran los cuerpos, se cagan todos los días desde lo alto en nuestras almas...
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q,2"
Fernando Blanco Inglés "La cosa en NO"
- Se desenvuelve al margen de toda ley. Rula al margen de principios esenciales. En su cabeza no entran en litigio el deseo y al realidad, porque la única realidad capaz de entrar en su cerebro es la del deseo.
-Así lo único que tiene que conseguir es que la realidad lo muela a palos.
- Eso a él le da exactamente igual. No le concierne, su mundo no es de este. Su conciencia, si así se la puede llamar, se ha desvinculado del mundo real. Le suda completamente la polla que el catedrático de la realidad le suspenda. A él lo único que le interesa es que nada ni nadie marchite la idea de su cabeza.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Soy un ser abstracto. Rodeado de entes herméticos. Duermo la siesta en un prado inexistente. Sobre una hamaca sin nudos ni cuerdas.A la sombra de un esplendoroso garbo invisible. En el ciclo se ciernen densos nubarrones quiméricos. Estalla de repente una tormenta irreal. Por entre las ramas del árbol bajo el que duermo la mas pálida y traslúcida de las siestas cae un rayo imaginario. la terrible insonorizad de su estruendo me despierta. Abro los ojos y trato en vano de incorporarme, antes de caer fulminado.
Fernando Blanco Inglés, "Arquitectura del sueño"
Estoy asomado a una ventana que no tiene casa.
Fernando Blanco inglés, "Arquitectura del sueño"
Al otro lado de dónde, lejos de cuándo, en el centro exacto de ninguna parte, existe un lugar sin ser en el que, si uno presta la debida atención, se oye el grito de los muertos perforar los tímpanos de los que aún están por nacer...
Fernando Blanco Inglés, "Arquitectura del sueño"
Estamos tan ocupados con lo necesario que olvidamos lo imprescindible.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Pasear
mi sonámbulo desnudo
por tu tejado lunar.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Izar las velas de la sagrada nave sobre mares de vino, alejarme de todos los puertos sin volver ls vista atrás y viajar siempre a la deriva bajo las estrellas de la risa y la luna del amor.
Fernando Blanco Inglés, "El burdel de Venus", 2020.
Sobre las ondas del vespertino mar de la atmósfera surfean elegantes momentos invisibles, amnésicos, descuidados, indiferentes, al margen del vértigo que da saber que lo eterno es efímero y el tiempo una interminable sucesión de nómadas que se intercalan entre amplios vacíos...
Fernando Blanco Inglés, "El burdel de Venus", 2020.
No queda un mísero rayo de sol en las bardas. La tarde cae a plomo. Su maltrecho espíritu, cansado de milenios, va colocando deterioradas estrellas en la bandera a media asta de la noche. Una luna mortecina vaga sin rumbo por las llanuras de un cielo sucio en indiferente. Se acabó el cuento, niños. es tarde. Ninguna excusa válida justifica el que estéis aún despiertos. Es de noche en todo el mundo. Hora de irse a dormir. De soñar con los ángeles. De dejar de pensar. De descansar un rato para siempre. Recoged vuestro espíritu. Genuflexionad vuestra alma. Rezadle poética oraciones al Niño Jesús. Santiguad vuestro psecho. Es tarde. Le han salido canas al cielo y se ha llenado de arrugas el rostro del universo. Cerrad los ojos. Dormid. Soñad. Desapareced. Disolveos en el aire... Mañana todos los despertadores del mundo serán gritos de alarma que anuncien con descortés estridencia la llegad inminente del horror... y los hombres no hallarán lugar donde escoger su pánico... ni sitio donde ser... Beberán sal.. comerán el pan de la amargura, fermentado co la levadura de la angustia y amasado con las lágrimas de la desesperación... huirán de la violencia y la violencia allá donde lleguen les estará esperando... abrirán los grifos de su refugio y manará de ellos sangre... cerrarán la puerta de su casa y se quedarán a solas con la muerte. No habrá agua bastante para limpiar su ignominia ni tierra suficiente en el mundo para enterrar a sus muertos.
Fernando Blanco Inglés, "La Cuestión Q, 2"
Arrojar
los mejores dados
sobre verdes tapetes bordados
por los hilos de la adversidad.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Debe ser morir
volver
otra vez
a nacer
para ver lo que no está
y entender lo que no es.
Fernando Blanco Inglés, "Asalto al Hermitage"
Cuando le duele la noche, sus ojos derraman estrellas.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestiónQ, 2"
Han convertido el mundo en un plató de televisión, donde ya no son reales ni las sombras de la caverna de Platón.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
- Pero vamos a ver si nos aclaramos: ¿tú qué le pides a la vida, chavalote?
- Nada del otro mundo. Me conformo con, a través de mi ejemplo, elevar las conciencias, entender las mentes, izar los corazones, convertir cobardes súbditos en noble ciudadanos y hacedles entender la urgente necesidad colectiva de acabar entre todos con lo existente.
- Pues te has equivocado de lugar, fenómeno, aquí ya no quedan ni súbditos ni ciudadanos, sólo público; sólo vil, impúdico y vulgar público, pueblo ínfimo, cadáveres sin enterrar, muertos que pagan todas las noches su entrada al teatro...
Acotación escénica. En este justo instante nuestro personaje da un grácil giro de cuello, estilo Klaus Kinski, que deja fuera de campo a su interlocutor, le sitúa frene a la cámara y le permite seguir con su discurso dirigiéndose directamente al público, desde un intenso primer plano que encuadra sólo su boca.
-... porque en esto, damas y caballeros, han convertido a España: una pésima obra de teatro, una esperpento infecto, a cuya pérfida representación estamos obligados, querámoslo o no, a asistir todos los días...una obra con un sinfín de pésimos actores a sueldo del régimen, cuyo único objeto es repetir hasta la náusea su vomitivo papel...un nefasto guión, salpicado por abundantes faltas de ortografía, de un aburrimiento que espanta, hecho a base de latiguillos, frases mal hechas y un maloliente lenguaje políticamente correcto...todo ello en un decadente escenario donde nuestra histórica grandeza y ejemplar dignidad han sido sustituidas por un barato decorado de cartón que se cae a trozos en tal que sopla un poco el viento...
José María Blanco White. España es incurable
Fernando Blanco Inglés. "La Cuestión Q, 2"
Hechizar
rescatar
todas las pupilas cautivas
en triste mazmorra ocular.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Laetari
venere
est
causa voluptatis
laetitia inmensa
et
stupefacta
mens.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Lo único que se puede decir con propiedad de esta época es que no es una época. ¿Decadencia ? No. Hubo civilizaciones en decadencia alumbrando de forma maravillosa con teas artísticas su descenso al abismo. No. No alcanza la categoría de época. No hay una música que la defina, ni un estilo literario que la engrandezca, ni una forma de cine que la ilumine, ni un modo de ver interesante, ni una pintura que exprese su alma, ni una inteligencia que la piense, ni causas morales que la ennoblezcan, sin líderes estéticos, ni hermosos gestos, ni revoluciones desinteresadas... Un tiempo de infrahombres, de ideologías pastueñas, de emasculado, humanismo pestilente... Un tiempo moribundo, intelectualmente hostil a cualquier idea nueva, presidido por el lema de todo lo que no valga vale, ideológicamente cohesionado por la cobardía generalizada, alimentado por la corrupción desmedida, sostenido por un brutal desarrollo tecnológico orientado al control absoluto de la población. Constituye por tanto un milagro de marca mayor el que en ella puedan existir sin que se rompa el mundo un quijote desmadejado y una monja enamorada de Dios.
Fernando Blanco Inglés, "La Cuestión Q, 2"
Cuando me quiero poner ciego,
un ángel me sirve copas de luz
en el bar más oscuro del cielo.
Fernando Blanco Inglés.
En ese justo instante se enlazan en beso perpetuo los labios queridos de lo por venir y de lo ya ido.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
Fernando Blanco Inglés, "Oficio de tinieblas"
Ninguna cultura, religión, lengua, doctrina o frontera, podrá jamás separar dos gotas de sangre cualquiera que el amor hay unido un solo instante.
Fernando Blanco Inglés, "La agenda Belmonte"
La noche no tuvo fin
el día que se conocieron
Chochito de azafrán y
Huevos de Colibrí.
Fernando Blanco Inglés, “Cien cuentos chinos”
¿Hacia dónde derivará tan confusa situación? ¿Quién sabe? ¿Terminará el fuego por evaporar el agua antes de que el agua apague el fuego? ¿Quién capaz de predecir lo que se irá a tomar por culo y lo que prevalecerá? Nadie hay que adivine el rumbo que han de tomar los hechos y más si estos, como sucede en nuestra divina comarca, militan en las indomesticables filas del anarquismo extremo. Si nos atenemos al rigor científico y a la experiencia histórica, es probable que pase cualquier cosa, aún más probable, que la que pase sea la peor.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Negra pena
en la ciudad vencida
son las calles venas
y sus plazas heridas.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
Los muy ladinos han cambiado el divide por el confunde y vencerás. Dividirnos ya nos dividimos nosotros solos presas de la confusión y de las ganas que nos tenemos unos a otros vivimos en realidades prefabricadas con decorados mutantes, en poliédrica representación multitelevisada de lo que no es, entre pésimos actores, fantasmas y engendros, manejados cual vulgares mercancías por chapuceros comerciantes de existencias, bajo el burdo encantamiento de poderosos hechiceros políticos...
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Ni sustancia ni forma, ni trama ni estilo, ni idealismo ni realismo, ni método estrictamente descriptivo ni ampuloso procedimiento formal atestado de metáforas, ni conceptismo ni culteranismo, ni clasicismo ni vanguardismo, ni sencillez ni complejidad, ni ortodoxia ni heterodoxia, ni copia ni originalidad, ni academicismo ni revolución, ni ética cistercense ni estética clunaciense, ni diégesis ni mimesis, ni iconolatría ni iconoclasta, ni gótico ni románico, ni Joselito ni Belmonte, ni Sevilla ni Triana, ni blanco ni negro, ni cuerpo ni alma, ni vida ni muerte, porque ¿qué importa el color del gato cuando lo único decisivo es que cace pterodáctilos?
Fernando Blanco Inglés, "La Cuestión Q,1"
Fotografiar
sacrificar
ese irrepetible instante
en el
templo de la seguridad.
Fernando Blanco Inglés, "Alrededor del sol"
No tendré miedo… por fin dejaré de tener que preguntarme por quién doblan las campanas… a tomar por culo el rollo de John Donne… que se jodan aquellos por los que no repican… que agonicen en silencio… por mí, como si se quedan mudas para siempre… aunque un elegante recital de campanadas ortodoxas –aquí, allí o en cualquier lugar– siempre se preste a ser percibido como una clemente bendición para los que a pesar de todo nunca perdieron la fe…
No tendré miedo… se acabó eso de sufrir al ver cómo estallan las espumas del sinsentido entre las olas del deseo y las rocas de la decepción…
No tendré miedo… Aleluya… Hosanna en el cielo… Sursum corda… resuenan con jubiloso silencio las campanas de la resurrección en multitud de templos que no se pueden ver…
No tendré miedo… ¿hasta cuándo resistirán sin decolorarse los cuadros de Murillo, de Zurbarán, de Brueghel, de Alonso Cano, de Fray Angélico, de Giotto… o sin hacerse polvo el David de Donatello, la Piedad de Miguel Ángel, el Rapto de Proserpina, los frisos babilónicos, los encantadores leones de Persépolis?… ¿quién escuchará cuando no haya oídos las suites para jazz de Shostakóvich, las alegres oberturas de Rossini, los indómitos quejidos de Camarón, los silencios mastodónticos de Prokofiev, los solos interestelares de Miles Davis?... ¿qué luna incógnita alumbrará piadosa al llegar la noche los escombros de la Alhambra?... ¿Cuántas damas ibéricas seguirán enterradas bajo la arena sin que nadie ya pueda descubrirlas y besarlas llorando?... ¿qué viento helado soplará sobre el cadáver insepulto de España?...
No tendré miedo… ni, ahora que lo pienso, lugar desde el que tenerlo… no seré de ningún sitio, porque ambos mundos desaparecerán y yo entre ellos… ¿Por qué preocuparse? ¿De qué sentir temor?...
No tendré miedo… directo al Limbo, donde mejor se está… sin nada que ver, mires a donde mires, se pose donde se pose tu mirada… donde no pueden haber ni ángeles con arpa ni cabrones con rabo…
No tendré miedo… al fin libre… he cumplido condena en la cárcel de la Tierra… me liberé de sus innumerables cadenas, de sus puertas de hierro, de sus rejas de aire, de sus ventanas de granito…
No tendré miedo… ni siquiera me pica la curiosidad por saber qué será de esta pandilla de monos extraviados... ¿cuál será su fin?... ¿hasta cuándo se soportarán entre ellos? ¿En qué momento, hartos de sí, encenderán la mecha del Apocalipsis y la excitarán con su aliento?...
No tendré miedo… volveré a ser inmortal… todo lo seré cuando vuelva a ser nada: el agua del mar, el aire del viento, el fuego del incendio…
No tendré miedo… la muerte… qué cosa en verdad tan admirable, aunque todo el mundo hable de ella sin tener remota idea… los únicos con cierto tino, los sumerios, gente elegante donde las haya… pueblo dotado de finísima sensibilidad poética, que, muchos años antes de que proliferaran por doquier los delirios religiosos, tan sólo dedujeron del luctuoso hecho la pérdida absoluta de conciencia y el retorno al caos…
No tendré miedo… dejaré de no reconocerme cada vez que contemple los oscuros espejos tras los que se esconde el mundo…
No tendré miedo… estaré tan sin mí que no sabré que no soy yo… me miraré y no veré a nadie… me palparé y estaré tocando la nada… me intentaré sentir y experimentaré el vacío…
No, no tendré miedo… se irá por fin a tomar por culo la angustia… se quedará vacío el fardo de las culpas… dejará de darme por saco en el burdel de la conciencia el pijo maldito de la perpetua insatisfacción…
No tendré miedo… ¡cómo son las cosas!… ¡qué raro, el mundo!… a estas horas, después de haberme atizado unas cuantas copas, estaría yo tumbado en mi sofá tan tranquilo, viendo en la tele los animalicos de la 2, a punto de echarme la siesta, en la cárcel del asilo, aguardando con insurgente excitación la hora de la merienda con mi Ángel de la Guarda… y fíjate por dónde, ha dado un vuelco radical mi existencia… esta vez me ha ofrecido la paya, sin necesidad de consultarlo conmigo, en vez de té con pastas, ser la libertad…
No tendré miedo… no habrá más pánico ni espantos… ni cualquier otro terror que inquiete mi espíritu… salvo que en una gracia propia de hijo putas sin conciencia me manden los desalmados al perro para jugar al escondite conmigo en el parque de la eternidad…
No tendré miedo… todos los números y palabras desaparecerán de la pizarra como si nunca hubieran existido… ¡Madre mía, qué gusto!... a partir de ahora, a dejarse de prótesis malolientes y a entendernos como debemos… si es que quedara alguien con quien entenderse… cosa que de momento todo se inclina a certificar que no… mejor que mejor…
No tendré miedo. He sido invitado a una gloriosa fiesta anónima en la que no tendré, bendito sea el cielo, oportunidad de cruzarme con nadie; porque a tal tipo de acto, presidido por la música del silencio, les está vetado asistir a los seres del mundo.
No tendré miedo… el espacio dejará de ser la cárcel y el tiempo la condena… hoy no será hoy nunca más… ni saldrá mañana… ni vendrá la tarde… ni volverá a comparecer la noche con la piel traspasada por los puñales de la luz…
No tendré miedo… los montes son mis compadres… mis amigos, los ríos… mi único amor, el mar… vendrán alegres todos conmigo a donde no estemos ninguno y dios deje al fin de molestar con su maldita presencia…
No tendré miedo… regreso al hogar… todo lo que fue separado del origen añora el instante de la unión… es imposible la vida aparte… un delirio escindido… una alucinación compartida por millones de inexistentes que buscan consuelo lejos de la verdad en el mayor de los engaños…
No tendré miedo… subiré con bizarría las escaleras que conducen a la puerta de la catedral de la Muerte… sobrio y gentil, como un noble antiguo ascendiendo con presta elegancia los áridos escalones del cadalso… con la sonrisa en los labios… con incendios en mis ojos… con minas de oro y diamantes brillando gestos profundos en mi interior… cortés y dispuesto, marcial y valiente, como un novio el día de su boda con la Muerte…
No tendré miedo… los ángeles, fieles a la palabra del Señor, inflamarán, llegado el momento de cumplir la antigua promesa, las trompetas definitivas de la resurrección…
No tendré miedo… hágase la oscuridad… venga el misterio… revélese el secreto… regocíjese la Nada… vibre de gozo el Vacío… No tendré miedo… No tendré miedo… No tendré miedo… No tendré… No… ¿Y usted?...
En La Posada del Candil, año de gracia 2014, 2 de Noviembre.
Fernando Blanco Inglés, "Mimesis"
No tendré miedo… no es posible matar lo que no está vivo ni se ha inventado de momento la forma de que los muertos mueran más de lo que están…
No tendré miedo… no será tan distinto… bajo todos los cambios, por más abruptos y radicales que sean, hay siempre una línea de continuidad que se mantiene incólume… quiero decir que seguiré estando muerto, pero en mejores condiciones: sin tener que darme cuenta ni ser consciente de ello, ni teniendo que arrostrar los severos inconvenientes que conlleva ejercer el disimulo de seguir vivo…
No tendré miedo… la abolición de mi ser es para mí el más noble de los dones…
No tendré miedo… bienvenida la muerte… la auténtica novia de mi vida… con los ojos ensangrentados y el sexo en llamas…
No tendré miedo… ¿de qué habría que tenerlo si estoy a punto de echar el polvo definitivo y de experimentar el gozo infinito?… ¡Ah, El Polvo Supremo, el que transporta en alas de placer eterno al sitio del que nadie puede volver!…
No tendré miedo… bendita sea la guadaña… con su filo incorruptible… con su elegante modo de danzar en el aire y segar cuellos, como si hiciera pespuntes con el hilo del viento mientras musita una balada en los oídos de la nada…
No tendré miedo... ¿Qué interés puede haber, que no sea el terror a lo venidero, en habitar un mundo en el que la imagen del espejo que contemplas ya no te reconoce?…
No tendré miedo… volveré por fin al sitio del que nunca debí salir… nada echaré de menos porque todo lo seré en la gloria de Dios…
No tendré miedo… Tat Tvam Asi… eso eres tú… la Nada vestida de color… el Vacío cubierto de sonidos…
No tendré miedo… ¿por qué la gente se pasará la vida acojonada con la muerte?... ¿a qué se deberá tan estúpida turbación si a nada hay que temer, salvo al hecho de estar vivo?… Con lo a gusto que estábamos cuando no éramos… flotando todos tan felices sobre un vacío en calma… desperezándonos en el liquido amniótico de dios…
No tendré miedo… el Señor no es mi pastor ni yo su oveja… no habrá lúgubre Valle de Sombras que atravesar… ni necesidad de cayado pastoral en el que apoyarse… ni melifluas frases de consuelo… ni impertinentes bendiciones póstumas… ni latines fúnebres expelidos por la boca descompuesta de los representantes de la Iglesia…
No tendré miedo… ¡qué hostias!... la vida no existe… ha sido todo mentira… una engañifa fugaz… una vulgar estafa… un sabotaje perpetrado por las crueles apariencias para hacerte creer que eras alguien en un mundo real… el zafio truco de un torpe demiurgo que no daba para más…
No tendré miedo… no derramarán mis ojos una lágrima por alejarme de ahí… de donde ya no sé si estoy… de donde nunca podré estar seguro que alguna vez fui…
No tendré miedo… ¿por qué?... sólo será otro modo de no estar… otra forma de no ser… otro estilo inexistente de vida…
No. No tendré miedo… se acabó lo de gesticular como si se estuviera vivo en la noche de los muertos vivientes… de arrastrarme por las alcantarillas… de pernoctar en las cloacas… ya está bien de seguir haciendo como que sí, cuando es que no…
No tendré miedo… un solo gesto de gallardía exculpa toda una vida disoluta… seré eximido… exonerado de mis desgracias… me serán condonadas todas mis deudas por la gracia bendita del Espíritu Santo… lavadas todas mis culpas con las aguas bautismales del retorno porque el único pecado en definitiva era ser…
No tendré miedo… me hallaré lo más lejos posible de mí… a una distancia infinita… no tendré que soportarme… podré repantigarme en el lecho de mi ausencia… descansar a mis anchas de mi penosa compañía…
No tendré miedo… dejaré de luchar en mi contra… de toparme conmigo… de volverme loco tratando de convencerme… de cruzarme a cada paso con ese desconocido al que le pusieron mi nombre…
No tendré miedo… ¡qué descanso!… no tendré más deseos oscuros que me carcoman por dentro ni gusanos saliendo por la cuenca de mis ojos exigiendo su dosis diaria de carroña…
En el templo de la oscuridad emerge la Gran Luna Llena, esa inmensa hostia que alza majestuosamente El Sacerdote de las Tinieblas sobre la inmensidad patena en calma del mar...
Se han sucedido las nubes. Ha declinado el viento. Se ha desvanecido la espuma. Han desaparecido las estrellas. Se han volatilizado los leves jirones de niebla que Dios pintó hace un rato sobre el lienzo de la noche. Ha cesado su rosario el sagrado rumor de las olas. Agonizan por doquier ruidos y movimientos... Calma... Bonanza... Serenidad... Silencio... Éxtasis... Misterio... Como si el alma de todas las cosas se hubiese percatado de modo imprevisto que se se han abierto las puertas del santuario del vacío invitándolas a ingresar en su seno...
Fernando Blanco Inglés, "El burdel de Venus", 2020. Ed. Contrabando.
La literatura no se inventó para entretener, divertir, solazar, distraerse, refocilar, consolar, confortar, animar, curar, embalsamar, domesticar, edificar, educar, instruir, cultivar, doctorar, amaestrar, convencer, influir, aleccionar, adoctrinar, catequizar, adiestrar, desasnar, descortezar, ilustrar, documentar, pulir, civilizar, alienar, narcotizar, engalanar, embellecer, endomingar…sino para, a través de la articulación mágica del lenguaje, de la consagración ceremonial de los signos, de la boda entre palabras que nunca han sido presentadas, resucitar del sepulcro a los muertos e invitarlos a bailar.
Fernando Blanco Inglés, “La cuestión Q,2”
Sobre el desierto de mi angustia llueve tu sed.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
Yo soy todos los sitios en los que has estado, todos los momentos que has vivido, todas las músicas que has bailado...la tierra que pisas, el aire que respiras, el agua que bebes...tienes que acordarte aunque lo hayas olvidado...yo soy el mar en el que sumerges tu cuerpo derrotado, el cielo por el que viajan elípticamente tus estrellas, la selva por la que se desliza el frío silencio de tus serpientes, el desasosiego que irradia el oscuro recuerdo de tu olvido...no se puede olvidar lo que nunca será recuerdo...los ojos con que miras, la lengua con la que hablas, los dedos con los que acaricias la piel del aire, el fuego en el que se abrasan tus palabras cuando se cansan de no decir nada...
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"