lunes, 26 de octubre de 2020

Algo absurdo.

 El Estado es un pésimo novelista. Aunque capaz de producir, a través de su avasallan maquinaria ideológica, subjetividades en masa, egos a granel, personalidades para dar y repartir, todos los personajes le salen idénticamente distintos, igualmente diferentes, similarmente desiguales, partícipes  de una mucilaginosa forma común de penar, cuyo sustrato. nuclear reside en el hecho de creer que toda idea es la pura expresión de un pensamiento individual y soberano.

Como consecuencia de ello, todos sus personajes, por más que disientan entre si, mantienen en el fondo, bajo la apariencia de lenguajes distintos, un mismo discurso fabricado para favorecer de modo inconsistente, la perpetuación en el poder de quien les creó. Y la novel por él escrita, de tan mala, reiterativa y aburrida, aunque sea un éxito público, no hay dios que se la lea.

Puestos a ser un texto, amigos, mejor salir del sitio que nos han designado y buscar cualquier otro lugar. Y desde allí escribirnos lo que nos dejen y podamos hasta que el tiempo que todo lo iguala borre con gélida indiferencia las huellas.

Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"

ROBERT WALSER: Algo absurdo, si, pero un absurdo que tiene una boca preciosa y sonríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario