Visten sus ojos luto de lágrimas por mí. Llora en silencio. Llora desconsoladamente. Llora muriéndose. Llora como si le acabaran de crucificar a Cristo en las pupilas y sangraran sus ojos ardientes lágrimas sobre el dolor del mundo.
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q, 2"
No hay comentarios:
Publicar un comentario