El yo como sucedáneo del ser.
El yo como accidente ontológico.
El yo como sublime idea.
El yo como alma secularizada.
El yo como metáfora sustitutoria de dios.
El yo como mentira cultural.
El yo como producto.
El yo como único ser.
El yo como bagatela de andar por casa.
El yo como mentira epistemológica.
El yo como no animal.
El yo como anticuerpo.
El yo como asesino de la vida.
El yo como enemigo propio.
El yo como antagonista perfecto.
El yo como heraldo de la muerte.
El yo como máquina de coser.
El yo como quirófano.
El yo como ejército de salvación.
El yo como fuerza de trabajo.
El yo como anuncio publicitario.
El yo como objeto.
El yo como escaparate.
El yo como mercancía.
El yo como unidad de consumo.
El yo como profesión.
El yo como rival acérrimo de los otros.
El yo como dios.
El yo como sujeto del mundo.
El yo como recolector de hechos.
El yo como inteligencia de todas las cosas.
El yo como concepto.
El yo como exclusiva verdad.
El yo como pastor del ser.
El yo como causa absoluta de todos los defectos.
El yo como siervo del poder.
El yo como altavoz del Estado.
El yo como voto.
El yo como estafa.
El yo como basura.
El yo como desperdicio.
El yo como vertedero.
El yo como mierda absoluta.
El yo como falta de imaginación.
El yo como máquina parlante.
El yo como caca de la vaca.
El yo como cadáver en el ataúd de la mente.
Fernando Blanco Inglés. "La cuestión Q, 2"
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