Bendito aquel en cuyos obsequios resulta imposible encontrar, por mas que en ellos se indague, la sombra vitriólica de un nombre
Bendito aquel que sonríe frente al piquete de fusilamiento guiñándole un ojo a los fusiles, cruzando con donaire sus piernas y apoyando su hombreo con inimitable elegancia sobre la sucia humedad del paredón.
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en NO"
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