Bendito aquel que, al oír las campanadas del reloj, contemplas loss sonidos invisibles de la eternidad.
Bendito aquel que besa en los labios a los moribundos y baila apasionadas danzas de amor con los muertos.
Bendito aquel cuya vida transcurre en lugares que nadie fue capaz de ubicar en ningún mapa.
Fernando Blanco Inglés, "La cosa en NO".
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