Sí y no no son unívocamente sí y no o no y sí. Hasta ahí podíamos llegar en el colmo epistemológico de la estupidez. Sí puede ser sí, no puede ser no, y a la inversa, sí puede ser no, no puede ser sí, sí puede ser tal vez no, no puede ser quizá sí, sí puede ser quizá no, no puede ser tal vez sí, si puede ser ni si ni no, no puede ser ni no ni sí, sí puede ser sí y no o no y sí y no exactamente lo mismo nada más que al contrario, no puede ser no y sí o sí y no recíprocamente y sí exactamente lo mismo nada más que al revés, es decir, sí puede ser sí y no o no y sí en perfecta correspondencia; y, por tanto, si ni sí ni no pueden ser no o sí, ni no ni sí pueden ser sí o no; si sí y no no pueden ser no o sí, ni sí ni no pueden ser sí o no y viceversa.
Víctor Zamora: "Tiempos Modernos".
Entre el sí y el no hay infinitos mundos que son y no son
ResponderEliminarPara el totalitarismo estúpido del Ministerio de la Verdad sólo hay sí y no. Y sólo aquellos sies y noes que halla dictaminado el partido.
ResponderEliminarEl Estado es la única autoridad competente para decidir lo que es sí y lo que es no.
ResponderEliminar