sábado, 6 de enero de 2018

La Segunda Restauración.


1. En España no hay democracia. No existe separación de poderes (el ejecutivo controla, subvierte y manipula al legislativo y al judicial) ni representación parlamentaria de la Soberanía Nacional (no hay igualdad de voto y no se eligen representantes del pueblo sino listas de partido). La Soberanía Nacional ha sido categóricamente excluida del juego.

2. La tan elogiada Transición democrática fue una prolongación del régimen dictatorial de Franco, mediante la instauración de un régimen de partidos en el que las distintas mafias políticas disfrazadas de organizaciones democráticas usurparon la representación popular con el beneplácito de los americanos y de la oligarquía española.

3. Este conglomerado de mafias se reparten el poder del gobierno según su fuerza electoral, tantos votos, tanto poder en la administración, en la judicatura, en los medios de comunicación y tanta pasta a repartir entre las redes clientelares correspondientes. Se coluden en lo fundamental y discrepan en lo accesorio, sobre todo en épocas de campaña electoral, con el fin de que el publico pueda distinguir unas opciones de otras cuando todas son en el fondo lo mismo, porque si hay algo que las define es su desmedida afición por el consenso ideológico, político y económico que tantos beneficios de estraperlo les reporta.

4. El principal negocio político es la corrupción de las instituciones en impúdica connivencia con las empresas que gozan del favor del Estado. El tres por ciento mínimo es el pago a la mafia que cualquier empresa que quiera trabajar en negocios públicos tiene que apoquinar a la sección negocios de los partidos concesionarios. Cantidad en nada desestimable si tenemos en cuenta que la mayoría de las empresas españolas, en virtud de viejas taras inherentes a nuestro desarrollo capitalista, trabajan única y exclusivamente para la Administración. Todos los partidos se financian irregularmente mediante la corrupción generalizada, desde la presidencia de Gobierno hasta la mas humilde concejalía del más insignificante pueblo. Por más que publiquen transparentes páginas en internet con la relación detallada del estado de sus finanzas, nunca sabemos realmente por donde les entra el dinero ni en qué cantidades. Los prestamos a los partidos no cobrados por la Banca, en anticipo al servicio de futuros favores, son buena prueba de ello, constituyen una vergüenza publica y un dato la hostia de clarificador para desvelar que relación existe en España entre lo supuestamente público y lo supuestamente privado.

5. En España no hay libertad de expresión. Esta está monopolizada por potentes grupos mediáticos favorecidos por el sistema partidocrático, financiados por éste, y siempre al servicio de la ideología dominante, como perpetuos defensores de las versiones oficiales, los relatos interesados y las narrativas hegemónicas. Los periodistas independientes, aquellos que se han manifestado en contra del régimen de partidos, por incómodos para el poder han sido siempre silenciados, reprimidos, relegados, vilipendiados y marginados. Existe el hecho incontestable de que sin pasta no es posible ejercer la  libertad de expresión por mas que la postulen las constituciones y se vanaglorien de ello en las tribunas parlamentarias.

6. Esta confabulación de partidos conspira para que en España nunca se sepa lo que se tiene que saber, nunca se juzgue lo que se tiene que juzgar, nunca se reprima lo se tiene que reprimir ni, en lo que respecta a principios democráticos, nunca se ensalce y se defienda lo que se tiene que ensalzar y defender. Abogan denodadamente por un sistema de valores en el que se beneficie la sumisión y se castigue el mérito y porque tal esquema bipolar se lleve y aplique hasta en los últimos lugares de la vida pública.

7. Existe una alianza tacita entre políticos y medios de comunicación para que entre realidad y pueblo exista un abismo insalvable en lo que respecta a información, conscientes de que sin una información rigurosa, objetiva y de calidad la democracia es imposible, porque los supuestos ciudadanos nunca podrán salir de las sombrías apariencias de La Caverna ni por tanto luchar por lo que en realidad les conviene. Así, de este modo miserable y fascista, se han propuesto que nunca sepamos lo que verdaderamente pasó el 23F, el 11M, atentados de las Ramblas, atentado de Aznar, negociación con ETA... 

8. Es un principio no escrito pero el copón de funcional que las tensiones políticas en el marco del régimen heredero del franquismo se diluciden a la luz del interés supremo de la partidocracia, por encima de los intereses parciales y estrechos de cualquier mafia partidista. Es superior el valor de la unidad entre la mafia por mantener en pie el cotarro que el de las divergencias entre sus facciones. Por eso no están en la cárcel ni Juan Carlos I, ni Urgandarín, ni Rajoy, ni Felipe González, ni Zapatero ni Aznar ni Pujol por corrupción y traición al Estado. Y, encima, los medios de comunicación les dan cancha como si hubieran sido verdaderos adalides de lo que conceptúan como democracia española.

9. Las contradicciones y las luchas en consecuencia surgen, qué mala es la envidia, como resultado de la disconformidad con la porción de pastel que a cada uno le corresponde y derivan en exigencias de nuevos repartos de la tarta. Véase si no lo acontecido en Cataluña. Las distintas mafias de los partidos independentistas vienen exigiendo en colusión desde hace cinco años un nuevo reparto de poder y, ante la negativa en redondo de las facciones principales del hampa, tensan la cuerda al máximo para sentar a éstas a negociar y conseguir sus objetivos económicos. Lo de menos aquí es la independencia de Cataluña, ni el bienestar de los ciudadanos catalanes, eso son cuestiones que se la sudan, lo de más es que se redistribuya el botín con arreglo a la fuerza que los secesionistas dicen representar y que el Estado no les reconoce. ¿Por qué los partidos anti-sistemas e independentistas no han dudado un segundo en presentarse a unas elecciones ilegales convocadas por un Estado opresor tras haber suprimido sus legitimas instituciones, en vez de llamar al boicot y a la insurrección republicana? Aparte de por su espantosa falta de dignidad y natural cobardía -son valientes sólo cuando sale gratis y aquí nadie presume de un principio que pueda costarle los cuartos-, no cabe ninguna duda que por pánico cerval a quedarse al margen del reparto del pastel en los futuros negocios.

10. Los nuevos partidos surgidos de la protesta anti bipartidista por la crisis económica han venido a reforzar el régimen establecido por la Segunda Restauración y a subrayar las reglas del juego que con él se formalizaron. Bien como partidarios de reformar el sistema y apuntalarlo desde dentro o de atacarlo desde posiciones disparatadas con el bastardo fin de reforzarlo indirectamente. Sus líderes gozan de todos los privilegios, sin renunciar a ninguno, de los que tradicionalmente se ha beneficiado la casta política del régimen y no parecen hallarse excesivamente a disgusto con ello. 

11. Podemos, desde esta perspectiva, es una organización concebida y destinada a encauzar la protesta anti bipartidismo y anti régimen surgida a raíz de la crisis económica y política de 2006. Sus llamémosle líderes, esos zarrapastrosos indigentes intelectuales que presumen de de ser la flor y nata del pensamiento político del país cuando no se les conoce una idea propia, han sido promocionados hasta límites vergonzosos por la oligarquía financiera y corrupta en sus medios de comunicación afines con el fin de que contribuyan a remozar el edifico en ruinas de La Transición. Sus principales objetivos son incorporar al régimen, vía privilegio clientelar y confortable pesebre, a las vanguardias de los descontentos marginados por el sistema (un nuevo reparto de pastel que de salida económica a los desheredados de las nuevas generaciones y deje migajas sustanciosas a los que nunca participaron de los banquetes del poder, tal como se hizo con ETA vía Bildu) y, por otra parte y en consecuencia, abortar cualquier posibilidad masiva de protesta tipo 15 M frente al régimen antidemocrático instaurado en el 78.

12. Con ser enorme el daño político y económico causado por el régimen de partidos y la Corona juancarlista a nuestra población, del que España, hoy en quiebra, tardará décadas en recuperarse si es que se recupera, nada de envergadura comparable al descalabro infligido a nuestra población en el terreno ideológico... La trastocación de valores ha sido total... Hemos sido aleccionados desde la escuela, las universidades, los partidos políticos y los medios de comunicación en sustituir como principios básicos de conducta el trabajo, el esfuerzo personal, el mérito, la excelencia y el empeñarse en la palabra dada por el vivir del cuento, hacerse con el dinero ajeno, señalar como tonto al que sea honrado y otras consignas por el estilo que impiden el desarrollo económico y cultural del país, nos abocan al tercermundismo e instauran un entramado ideológico cuyo lema principal consiste en vivir como sea, cuanto antes y con el mayor grado de beneficio posible a costa de los demás. Los actuales hechos acontecidos en Cataluña, en el Pais Vasco y la claudicante respuesta dada por el Estado no hubieran sido posible sin este degenerado marco ideológico.

13 El único modo de acabar con tan nefasta situación y traer una democracia a España es a través de una asamblea constituyente que redacte una constitución que garantice la separación de poderes, una ley electoral que permita la elección directa de representantes del pueblo y no de partidos y la elección expresa del presidente de la república, como jefe del ejecutivo, tras un referéndum que le permita al pueblo español descartar la monarquía como forma de régimen por haber sido históricamente corrupta y legendariamente antidemocrática en España.


14. Si algo ha quedado claro en esta última crisis es que sorprendentemente la Nación Española, a pesar de todos los robos, engaños, estafas y atentados a su soberanía sufridos, va a tener razón al final Bismarck, está viva y dispuesta a salir a la calle para acabar cuanto antes con este abyecto cambalache político de vividores y vendepatrias, evidenciando que tras cuarenta años de régimen opresor y machaque ideológico y propagandista hay algo muy antiguo y poderoso, por encima de regímenes, partidos y leyes, que nos constituye como nación y nos da carta de naturaleza como pueblo político imposible a la larga de manipular por oportunistas al servicio de arteros intereses.

Manuel Alcalá de Guadaira. "Notas al Margen".

8 comentarios:

  1. Para medir cualquier cosa hace falta una unidad de medida. Propongo usar el "pericles" como tal para medir la existencia y magnitud de la democracia de una institución política, al estilo, como el metro se usa para medir distancias o el sistema de puntuación Elo para medir la potencia de los jugadores de ajedrez. Puede que la democracia española sea de 12 pericles, y, por ejemplo, la inglesa de 120, pero no es un régimen ademocrático o antidemocrático. De acuerdo en cualquier medida que haga que aumente el número de pericles. Lo que no se cuantifica es, en el mejor de los casos proclama, y en el peor, soflama, intenciones aparte

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  2. Sabía apreciación, muy racional, coherente y compacta si la democracia fuera la incógnita de una ecuación matemática que se pudiera despejar y ser investida de valores numéricos, pero es una cuestión ideológica, que se dirime en el terreno de la filosofía política, y resulta, como tantas otras cuestiones de este rango, indeterminable en términos de ciencia exacta. O está viva o está muerta y aquí, en nuestro querido país, ni siquiera ha nacido.

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  3. Con los silencios en los medios respecto al libro publicado x Pilar Urbano "La Pieza 25. Operación salvar a la Infanta" o respecto a las declaraciones del 9 de enero d R. Rato en el Parlamento detallando la prevaricación-corrupción de los miembros más importantes del Gobierno Rajoy se pone de manifiesto lo expresado en los puntos 5, 6, 7 y 8 d la 2ª restauración. Lo expresado al final en el punto 14, está por ver...

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  4. De todos los puntos de esta historia, el 14 es el más importante. Si perdemos la fe en nosotros mismos, estamos muertos. los malos gobiernos pasan y los pueblos permanecen.

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  5. El pueblo español suele echarse siestas que duran décadas, pero el día que se despierta tiembla el misterio.

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  6. El pueblo español se vende por un plato de lentejas. Nos han dado unas cuantas migajas durante cuarenta años y nos han tenido conformes con todas sus fechorías. Ahora, que nadie proteste.

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  7. El asunto de mejorar una forma de gobierno no es filosófico, sí lo puede ser plantear las bases de una forma de gobierno alternativa y distinta: ya tuvimos otras, algunas reales;el feudalismo, y otras que se quedaron, no sin dejar millones de muertos en el camino, en promesa de paraíso futuro; la dictadura del proletariado
    Mejorar la democracia es asunto práctico, de la misma naturaleza de erradicar una enfernedad transmisible o conseguir que una nave espacial llegue a Marte. Y eso no se hace a ojo de buen cubero, ni se debe dejar a la libre interpretación de cada cual. Conviene establecer parámetros, variables mensurables, que midan lo que se pretende conseguir. Aunque sean hechos sociales, políticos o económicos. Existen las ciencias de la naturaleza y las ciencias del comportamiento. No se trata de ecuaciones ni de incógnitas, se trata de medir la fuerza relativa, la intensidad de un aspecto de la realidad social, política y económica. Un ejemplo: que el presidente del gobierno nombre a todos los componentes del Tribunal Constitucional, 0,5 pericles sobre 20 que sería el número de pericles máximo teórico; que los nombre el parlamento por mayoría absoluta, 15 pericles. Que la desigualdad de renta sea más de un determinado porcentaje, o menos, distintos pericles. Y así: definir variables de realidades sociales, políticas y económicas, medios para medirlas, y cuantificar su valor y evolución, siendo ese el terreno más adecuado para proponer mejoras y medir consecuencias, no sólo cuantitativas, dónde y cómo reparto lo que obtengo y de quien lo obtengo, sino cualitativas, el régimen electoral o la división de poderes
    Lo que no puede medirse es entelequia. Será buena o mala, pero entelequia, novela, arte, filosofía...

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  8. Y dale con los pericles. Las cosas más importantes de esta vida no se pueden cuantificar. ¿Cómo se mide la amistad, el amor, el grado objetivo de libertad. Sólo podemos tomar posición ante ellas. Con la democracia pasa algo parecido. responde a una posición política basada en la desconfianza ante la maldad inevitable del hombre. Es un sistema de contrapoderes que impida el ejercicio de la tiranía. Nada más. Unas reglas del juego que se dan o no se dan. O se juega al póquer o se juega a otra cosa, pero no a un poco de póquer con tendencia a llegar a más. Y en España no se dan. Así de simple. ni soberanía nacional, ni partidos del pueblo ni separación de poderes ni libre elección de representantes políticos ni prensa libre... no hay libertad, sólo libertades de bajo riesgo, que nunca cuestionen o pongan en peligro al poder, que cómo migajas caen de la mesa de la partidocracia, con estridente música y fuegos artificiales para que no oigamos el ruido de los eslabones de las cadenas. sólo así se explica que durante cuatro décadas sigan mandando los mismos.

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