Dando, como es de uso en nuestra bella tradición,
gato por liebre, los conejos que sacaba
de su raída y demagógica chistera el Gran Prestidigitador en el tétrico club
nocturno del Parlamento eran gatos, estaban muertos y, por el hedor que
desprendían, diríase que en avanzado estado de putrefacción.
Víctor Zamora: "Cabaret Luzbel".
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