El amor es el enemigo público número uno del poder, del dinero, del interés, de la posición, de la fama, del éxito y de toda esa laberíntica red de ciertas mentiras y falsas verdades que lubrifican la estridente maquinaria contemporánea de las relaciones sociales…
El amor no se halla expuesto en los mercados: ni se compra ni se vende. Ni se alquila ni se presta. Ni constituye una mercancía sometida a cualquier tipo de negocio o transacción. No dejéis, por tanto, jamás, que el amor que os tenéis sea sustituido por el cambalache, por el compromiso, por las componendas, por las transacciones, por los chanchullos, por las artimañas, por la conveniencia, por la costumbre, por el qué dirán, por la caridad, por la compasión, por la tolerancia, por la solidaridad, por los tratos impuros, por los pactos de ocasión, por todas esas innumerables formas bastardas de interés escondido que no son más que la negación misma de su ser…
Coged, ante ellos, sin que os tiemble el pulso, el látigo sereno de la indignación y arrojad a todos esos mercaderes corrompidos e impúdicos del templo sagrado de vuestro amor…
Porque el amor
-Funde las verjas
Quema las puertas
Derriba los muros
Aplasta las paredes
Revienta las casas
Dinamita los hogares
Derrama sangre por las ventanas
Pulveriza los cimientos
Disuelve las ruinas
Arrasa las ciudades
Hace volar el mundo
Sepulta abismos
Desgarra cielos
Inunda infiernos
Apaga soles
Enciende lunas
Prende estrellas
Sostiene astros
Inventa milagros
Consigue imposibles
Desvela misterios
Resuelve enigmas
Restaña las heridas
Borra las cicatrices
Cura las enfermedades
Incinera disfraces
Fulmina máscaras
Electrocuta vanidades
Ahorca soberbias
Olvida siempre el recuerdo
Nunca recuerda el olvido
Suspende las almas
Anula las conciencias
Dinamita las mentes
Alumbra las miradas
Vulcaniza los ojos
Ilumina los cuerpos
Electrifica las pieles
Pulveriza los huesos
Calcina los nervios
Machaca los corazones
Levanta la tapa de los sesos.
Humilla a las montañas
Ensalza los valles
Oscurece la luz
Disipa las tinieblas
Reduce a astillas los bosques
Anega los desiertos
Derrite las rocas
Evapora los mares
Asesina a los vivos
Y resucita a los muertos.
Fernando Blanco Ingles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario