Hacer el bien gratis aparte de ser, si no imposible al menos, metafísicamente insólito, es la mayor revolución que un individuo por si solo puede realizar. Por amor al arte, sin pedir nada a cambio ni prometer quiméricos futuros, sin bastardos cñalculos de futuro provecho personal, sin escudarse en falsas banderas ni en organizaciones fraudulentas. Hacer el bien de verdad es enfrentarse al destino. Alcanzar el sublime poder que da el ejercicio de la libertad en contra del propio interés. Negar el determinismo que nos impone la dictadura de la Naturaleza. Acabar, durante un instante, con la tiranía del mundo. ¿pero en qué demonios consistirá exactamente eso de hacer el bien?
Fernando Blanco Inglés, "La cuestión Q"
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