Es nuestro deber denunciar y, por tanto, denunciamos a esta infame pandilla de intolerantes heterohomopatriarcamatriarcales por su rancio y retrógrado modo fascista de restringir el acceso de múltiples variables sexuales a la fórmula infinita del amor, por prohibir deseos, por ignorar pasiones y por marginar y excluir de sus legítimas reivindicaciones a los:
A. Asexuados, acrotomofílicos, asfixiofílicos, anonimistas, autoasesinofílicos, autonepiofílicos, angelistas, aracnidofílicos, anarcolistas, autodidactistas, alienigenistas, aquítepilloaquítematofílicos.
B. Biástofílicos, bestialistas, bacofílicos.
C. Copofrílicos, cremastistofílicos, cocheristas, cerebrofílicos.
D. Dedoadictas, dadofílicos.
E. Exhibicionistas, epistemologistas, efebofílicos, egofílicos, escatofílicos, especulativistas, Espíritusantofílicos.
F. Frotarabos, fetichistas.
G. Gerontofílicos, gnoseologistas, gimnosofistas, guerraturquistas.
H. Hibristofílicos, hifefílicos, hipernormales.
I. Incestuosos.
J. Juvenilistas.
K. Kleptolagnistas. Kafkistas.
L. Lectoadictos, lunaristas, lámparaculistas, loquesalgafílicos.
M. Masoquistas, morfofílicos, misofílicos, metasexuales,
N. Necrofílicos, nihilistafílicos, ninfómanas, negratistas, narratofílicos, nadistas.
O. Obsesos sexuales, ovnivistas, olimpicofílicos, operativistas, ontologistas, olfatofílicos, onanistas patológicos, omnivoristas.
P. Pajilleros, pansexuales, pictofílicos, piromanistas, pedestrefílicos.
Q. Qualqueristas, quiensabefílicos, comoseaistas.
R. Renifleuristas, rokandrolefílico, residualistas.
S. Sádicos, estajanovistas, somnofílicos, sexocabalistas, simforofílicos, sempiternistas, santofílicos, socratistas.
T. Tocheuristas, travestofílicos, troilistas, tangomaniacos, transhumanistas, teluricistas.
U. Urofìlicos, ufologistas, unanimistas, ultologófilos.
V. Voyeristas, vaciofílicos, vaticanistas, vacilófilos.
X. Xenofílicos, xilenófilo, xilografistas.
Y. Yofílicos, yunquistas, yugularófilos.
Z. Zoofílicos, zapatistas, zagalofílicos.
Y tantos otras, otros, otres, atres, utras, etrus e itres, adictos sin remisión a parafilias alejadas de los tiránicos regímenes bipolares, que ni siquiera han podido poner nombre a sus saludables prácticas sexuales por el poder excluyente de los referentes despóticos.
Víctor Salamanca: "Tiempos Modernos".
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