Sobre todo si te lo susurran al oído, a ser posible una hembra de bandera en una noche de tormenta, con Polidori en la villa Diodati escribiendo sobre sus fantasmas, con Shelley y Byron amancebados en su ególatra bisexualidad y la sombra de Lady Caroline Lamb planeando sobre esa noche lluviosa a la que llegan los alaridos del más allá.
El óbito no hace al monje por mucho que la Iglesia esté muerta, como la monarquía, nos queda el ateo Shelley sodomizando a Lady Caroline Lamb en una noche de tormenta llena de hados malévolos.
Sobre todo si te lo susurran al oído, a ser posible una hembra de bandera en una noche de tormenta, con Polidori en la villa Diodati escribiendo sobre sus fantasmas, con Shelley y Byron amancebados en su ególatra bisexualidad y la sombra de Lady Caroline Lamb planeando sobre esa noche lluviosa a la que llegan los alaridos del más allá.
ResponderEliminarJajajajajajaja
EliminarEl óbito no hace al monje por mucho que la Iglesia esté muerta, como la monarquía, nos queda el ateo Shelley sodomizando a Lady Caroline Lamb en una noche de tormenta llena de hados malévolos.
ResponderEliminarAjkjajajajá
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