Lo del supremacismo tractoril catalán es un golpe de Estado perenne que no persigue conseguir, bajo ningún concepto, los objetivos que verbalmente propone, con el pleno consentimiento y la leal colaboración del Estado. Una forma de vida ideal para zánganos, ineptos y analfabetos, generosamente remunerada por la sociedad civil, que exige convertir el medio en el único fin. No fuera a ser que lo consiguiesen y se quedasen sin sueldo ni prebendas.
Víctor Zamora: "Tiempos Modernos".
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