Dirigiendo su mirada al público, y tras un espectacular pase magnético de capa, el mago hipnotizó al respetable con el fin de recibir una salva de aplausos atronadores que culminasen un número que jamás sucedió, pero el público no cayó en tan burda trampa y no paró de abuchear mientras estaba hipnotizado. ¡A ellos los iban a estafar!
Víctor Zamora: "Cabaret Luzbel".
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