Cuando el
mago, en un alarde insospechado de generosidad, extrajo un cheque al portador por valor de un millón de euros de la oreja
del voluntario y, acto seguido, se lo
entregó, esté se quejó de que, ya que estábamos, el muy mezquino no le hubiera
añadido un simple cero más a la cifra.
El público, puesto en pie, alternó aplausos
solidarios por las lógicas reclamaciones del decepcionado voluntario con
silbidos dedicados a poner en evidencia la incomprensible tacañería del mago.
Víctor Zamora: "Cabaret Luzbel".
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