No hayan de
preocuparte duelos ni quebrantos, amigo Sancho, ni vanas promesas, ni
pensamientos hueros, ni disquisiciones estériles, ni efímeras glorias, ni
inmortales hazañas, ni falsas promesas de gobierno sobre quiméricas ínsulas,
pues, de seguir por donde vamos, alcanzaremos tal fama que terminaremos
cobrando un dineral que no sabremos como gastar por hacer el gilipollas en la
tele.
Víctor Zamora: "Capitalismo o Vida".
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