viernes, 31 de enero de 2014

CAPITALISMO RABELESIANO


La voracidad ideológica del capitalismo contemporáneo ha adquirido dimensiones tan sin límites que en el inocente terreno de la promoción, un banco puede utilizar un lienzo de Bacon, un político demagogo puede citar sin ruborizarse un verso de Mallarmé, una multinacional deportiva hacer suya una consigna de Bakunin, sin la menor muestra de rubor y quedándose tan panchos. El capitalismo contemporáneo exhibe una inusitada capacidad técnica de fagocitación a la hora de zamparse sin pestañear y deglutir con delectación toda expresión artística de estética revolucionaria y cualquier forma ideológica de vanguardia radical para vomitar, acto seguido, el mejunje digerido en forma de publicidad vitriólica sobre nuestros estupefactos rostros.
Hasta la siguiente, sobrinos, y recordad que la vida no es más que un baile de condenados al que debemos asistir con una sonrisa en los labios, y con la requerida dignidad y prestancia.
Víctor Zamora: "Cartas Tibetanas".

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