lunes, 28 de abril de 2025

28-IV-9

Cuando asciendas por la savia de todos los árboles hasta el cielo de las ramas,
Yo estaré allí.
Cuando atravieses nadando el mar sin orillas de una gota de agua,
Yo estaré allí.
Cuando, como la ostra a la perla, la noche te encierre en la mayor de las oscuridades,
Yo estaré allí.
Cuando la copa del destino se haga añicos y te ensangrente los labios,
Yo estaré allí.
Cuando los valles, los montes, los ríos y los bosques sean tú y tú seas ellos,
Yo estaré allí.
Cuando el aire se llene de heridas y te duela respirar,
Yo estaré allí.
Cuando te arranquen el corazón a tiras los demonios del dolor,
Yo estaré allí.
Cuando se parta en dos el mundo y todo caiga por la pendiente sin fin,
Yo estaré allí.
Cuando no seas tú y estés sin ti.
Yo estaré allí.
Cuando estés sola, en el centro de un universo inexistente,
Yo seré allí contigo para siempre.

Fernando Blanco Inglés.


jueves, 24 de abril de 2025

24 de abril de 1954 (71)

Nací hace demasiados años en la ciudad de Cartagena, milenaria capital del Sacro Imperio Murciano. He sobrevivido a diversas instituciones empeñadas con cruel obstinación en que dejase de ser como era o en sugerir mediante siniestras inducciones que yo mismo acabara con mi existencia para ahorrarles el trabajo. Tuve las aventuras suficientes, la fortuna imprescindible, los vicios habituales, los dolores precisos, los tormentos necesarios, las inevitables depresiones, los trabajos de condena, las detestables relaciones sociales de rigor; participé, por otra parte, en la dicha de jugar a la vida en terrenos desconocidos, de navegar por mares no localizados en mapas oficiales, de descubrir por casualidad antiguos tesoros escondidos. Me he embriagado con la noche, he esnifado lejanas estrellas, bailé desnudo bajo la Luna, gocé del inmortal privilegio de amar y ser amado más allá de la costumbre y la razón; me he reído de la realidad, acompañado de mágicas amistades, hasta ver amanecer más noches de las que los dioses hayan tenido la condescendencia de permitirme recordar, he legado al mundo un par de niñas maravillosas, y, en los ratos libres, escribí algunas cosas como la que ahora tienes en las manos.

Fernando Blanco Inglés, Arquitectura del sueño (2013)