Coja usted una frívola anécdota acerca del cambio climático, un nuevo capítulo sobre el drama migratorio apoyado por imágenes impactantes, tres o cuatro trifulcas demagógicas entre mafias políticas, un capítulo secundario de corrupción porque los esenciales no se tocan, una tragedia de hambruna tercermundista (si no se tiene a mano ninguna actual, puede valer la de cualquier otro año, porque nadie se acuerda de ellas), un caso antiguo de pederastia, y si éste hubiera sido perpetrado por una alta dignidad de la Iglesia, miel sobre hojuelas; un supuesto episodio de violencia de género con manifestación adjunta, una catástrofe espectacular (en este apartado lo mismo da, a efectos prácticos, que sea un terremoto, un tsunami, un incendio, un ciclón, un accidente de avión o una colisión en cadena sobre la carretera (en este apartado conviene tener presente que viste mucho la presencia de un autobús infantil o, en su defecto, uno del Imserso lleno de desvalidos ancianos); cualquier reportaje exótico que por imprevisto dé la sensación de estar viendo un noticiero de estreno, un atraco a mano armada en cualquier tienda de España o del extranjero, siempre que ésta disponga de cámara de vigilancia que permita transmitir las imágenes; una falsa predicción del tiempo, y un par de noticias sobre deporte masculino y femenino según cuota; añádase en donde quepa la superficial opinión de cualquier mediocre experto sobre alguno de estos temas y una espontánea encuesta, a pie de calle, con gente que no tenga de nada de lo que se le pregunte la menor idea, combínense adecuadamente en la coctelera, sírvase frío, y su cadena se hallará en inmejorables condiciones de cubrir el marco informativo con un telediario tipo, al que sólo le faltará que unos cuantos pringados rellenen sus contenidos tres veces al día.
Víctor Palencia: "Tiempos Modernos".