En mitad
de un número anodino, el mago se volatilizó y desapareció de escena. El
público, indignado porque la empresa acortara sin previo aviso el espectáculo,
se dirigió a las taquillas, profiriendo a voz en grito blasfemias e
improperios, para reclamar el importe íntegro de la entrada.
Víctor Zamora: "Cabaret Luzbel".